Si tuviera que elegir entre la luz de la mañana y la luz de su mirada, cuando se mete aquí en mi alma.
Si tuviera que elegir entre sufrir su amor de vuelta y vivir en un palacio o morir frente a su puerta.
Me quedo con sus manos calsándole a mi piel,
me quedo con su angustia a un paso de caer,
me quedo con su cuerpo las horas que hagan falta, la quiero así, queriéndome.
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